Uno de los problemas principales de la ropa de invierno, incluidos los
nórdicos, mantas, etc., es que ocupa mucho espacio, lo que hace que normalmente
sea imposible tenerla en el mismo armario con las prendas de verano y las de
todo el año.
Antes de guardar la ropa de invierno debes escoger muy bien el lugar
donde almacenaras estas prendas, ya sea un armario, cajón
o baúl, solo asegúrate que debe ser un espacio que este bien limpio y libre de humedad.
Los nórdicos son muy reconfortantes en invierno, pero cuando llega el
verano y hay que guardarlos, se convierten en una pesadilla. Antes de hacerlo asegúrate
que este limpio, luego dóblalo muy bien y guárdalo en la bolsa de plástico ya
sea en la que lo compraste originalmente, de esta forma te ocupará el menor espacio
posible y otra alternativa si no conservas la bolsa, es empacarlo al vacío en una
bolsa especial para ello. El resultado es un nórdico que ocupará muy poco
espacio y estará completamente libre del polvo y ácaros.
El guardar las mantas es muy complicado, mucho más si son gruesas. Es necesario
lávalas o envíalas a la lavandería, y preocúpate de doblarlas bien, para que no
ocupen mucho espacio, y guardarlas en una bolsa. Es importante que lo hagas de
esta forma para proteger el tejido.
Por ultimo revisa bien todo antes de guardarlo, asegúrate que estén bien
selladas las bolsas antes de almacenarlas. Las mantas, nórdicos, prendas muy
gruesas es conveniente guardarlas siempre con productos antipolillas o con
ambientadores especiales para ropa.